La espesura de lo real
(extractos tomado del prólogo de Daniel Freidemberg. Antología Poética. CABA: Fondo Nacional de las Artes (2015) de Esteban Moore).
En un trabajo sobre Lo espeso real (1996), tercer libro de Daniel Freidemberg, Nicolás Rosa hacia notar la importancia que «la predicación de lo real» adquiere en la poesía de este autor. «¿Cómo enunciar lo real?», se pregunta Rosa. «Analizar lo real, lo real y sus muestras en la vida de todos los días es imposible. Lo real quizá pueda ser predicable -la predicación no puede ser demostrable. Sólo puede ser señalado, indicado, mostrado de soslayo. La predicación de lo real -la predicación de la materia en su faz religiosa- no es una predicado de la sustancia adjetiva sino absoluto, aquello que está allí y que nos provoca, nos incita, pero que siempre se nos escapa». Está allí y se nos escapa, y uno de los principales impulsos que muestra a esta escritura es el trabajo de dar cuenta de los intentos por acercarse a algo que nunca se va a alcanzar. El propio Freidemberg en una entrevista, decía «no confundimos la poesía con la vida, pero cuando alcanzamos a vivir lo que el poema atrapó de la vida para que se vuelva poema… Bueno, esa es una experiencia que me gusta mucho. A mi poesía, en todo caso, nada la anima tanto como la ambición imposible de tocar o capturar algo a lo que nunca va a llegar, y el enorme placer de jugar esa apuesta. Es una apuesta de antemano fracasada pero muy disfrutable en sí misma, y llena de la energía o la fuerza que recibe de ese mundo inalcanzable».
Esa tentativa, que asomaba en algunos poemas de Diario en la crisis (1986) y se definie en Lo espeso real, se volverá dominante y obsesiva en los dos libros siguientes Cantos en la mañana vil y En la resaca, de 2001 y 2007, y en toda la poesía escrita por Freidemberg desde fines de los años 90, excepto algunas letras de canciones.
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