HACER Y PENSAR POESÍA
Taller en CONSTELACIÓN con DANIEL FREIDEMBERG
.
Hacer y pensar poesía: textos
En el taller-clínica de poesía de Constelación Cultural, durante tres meses, estuvimos conversando y trabajando con Daniel Freidemberg los textos que presentaron los participantes al taller.
Una experiencia muy potente, en donde cada quien asumió ser el capitán de su propia navegación.
Agradecidos con Daniel y su «latido humano, y su timbre vital y sincero», compartiendo su mirada, agudeza, con cada participante que se permitió este diálogo poético.
INDICE
{Nota: al final de los poemas de cada tallerista el ícono de Constelación trae de nuevo a este índice}
Susana Gianfrancisco:
Claudio Piermarini:
Natalia Acosta
Verónica Barbero
María Laura Paz Posse
Fernando Cifre
César E. Juárez:
Lorenzo Verdasco:
Alejandro Paz
—aún sin título—
Temporalidades
Mirena Muñoz
Susana Gianfrancisco
Tempestad
llegaré hasta vos
cabalgando nubes negras
presagio de tormentas
seré
viento enloquecido
torbellino envolvente
de hojas y de espinas
que te arranque
del refugio dulce
donde moras
iluminaré tus ojos
con rayos y granizo
que arderá en tu piel
que te agite y revuelva
que te deje mirando hacia mi cuerpo
tan transparente
y rabioso
para hacer de él
la trinchera
donde habites
I-
Tocando
la exacta dimensión
de tu cuerpo
el barro de la infancia
es ahora
material de esculpir
deseos.
II-
Tuve tu cuerpo.
Ahora necesito
la sonoridad
de las palabras
que alumbran
y deslumbran.
III-
Cada palabra
que pronuncio esconde
la intención
de encantarte.
Y es afanoso
el camino.
Susana Gianfrancisco, 2 de enero, 2018
——–
Me miras
alas al viento
me elevas
torbellino de hojas desalmadas
para después posarme
en la piel
de tu infierno.
—————
Esta tristeza fecunda
me habitó
con su olvido.
Y fui matriz generosa
para alimentarla.
La veo crecer
día a día
como la niña
que nunca
fue parida.
Susana Gianfrancisco – 6 de diciembre, 2017
°
“…Cuando las calles muerdan el polvo del desamor,
cuando las ciudades caigan,
yo se que haré…”
Moris.
Petróleo (Calentamiento global de las almas)
a Kadafi
Espero tiempos
en que debamos de nuevo dejarlo todo atrás,
para que los muertos entierren a los muertos
y caven los moribundos sus fosas fatigadas.
Tiempos de partir sin saber
y de salir de nuevo a morir en los caminos,
para fundar la tierra.
Tiempos en que debamos otra vez
cruzar los mares, ignorándolo todo,
confiando sólo en el dragón de fuego,
que enarbolan temerarias nuestras proas.
Tiempos que vuelvan desde los Tiempos
como volvieron las olas.
De bebernos todas la Vía Láctea
en la alta noche de los bosques alunados
y sobretodo, de extraños horizontes muy lejanos,
signados por la estrella del misterio.
Tiempos en que de nuevo sople el Bóreas
una masiva era del hielo,
que venga por fin a enfriar las almas,
a redimir la montaña de cuerpos apilados
en esta larga y despiadada guerra por el Fuego.
“…este valle de fábricas de tristeza…”
J. Sabina («Cerrado por derribo»)
Alienación
A Freud y a Marx, o sea a Marcuse
Se puede morir de disyunción,
se puede llorar al pie de las iglesias
hasta agotar el agua de las fuentes
y convertir el Edén
en un desierto calcinado.
Uno puede darse al sacrificio
en un altar para dioses que no existen
o entregar el alma a feroz idolatría
y adorar todos los fetiches del Capitalismo
hasta volverse de plástico,
ser un simulacro de la vida,
un muñeco de cera organizado,
andar y desandar los vastos hipermercados
confundiendo felicidad con mercancía.
Se puede consumir todo tipo de drogas ilegales
y con la cara del Che tatuada en el antebrazo
jugar a la ruleta rusa con narcopolicías.
Se puede morir de pie defendiendo una mentira
por no turbar el sueño de sepultos antepasados,
yacer con prostitutas un alba de ceniza,
por el bien del Patriarcado y con un guiño del Papa
o escribir un libro de poesía
como un gran cementerio de amores enterrados.
Se puede traicionar al propio corazón
una y mil veces,
sólo para volverlo a traicionar,
pero lo que no se puede, bajo ningún concepto
es tratar de vivir en la verdad,
soñar tu propio sueño,
decir yo quiero, yo deseo
y no tener tres veces que negarlo
antes de que cante el gallo.
Verónica Barbero
Visita a una tumba
Estas son ciudades, Corina.
Este es un auto.
Esta mi foto en el carnet de conducir.
Esto una clase de manejo,
con un tipo diciendo que mate al perro,
que le tire el auto encima.
Esa la parada del colectivo,
donde se van los días
de muchas mujeres
esperando.
Eso es enojo.
En sus miradas.
Estos son sus hijos.
Uno rubio,
el otro morocho
de ojos azules.
Eso es vergüenza
en el rojo de sus cachetes.
Estos son certificados de nacimiento.
Padre de Nombre Desconocido.
Ese es un tipo en cuclillas
de idioma incomprensible
colocando los durmientes de las vías del tren.
Sobre la placa en el césped
del lote 210 de la fila cuatro,
esta es mi mano, Corina.
Natalia Acosta
Día selfie
El día es rojo como yo y nos deslizamos
líquidos y espesos de descarte
Por agujeros fríos y algunos blancos
El remolino nos lleva
la parte que nos sobra
Somos el día y yo
intentando encastrar
en lo que aún queda del otro.
Selfie extrema
Si trazara en mi cuerpo mapas de mi propio cuerpo
Si insistiera en no perderme
y me lastimara con tatuajes
que representaran incluso a mis tatuajes a una escala ínfima.
Perdería muy pronto la noción acerca de cuál soy y esto me diluiría
muy yo, multiplicada, reproducida.
Natalia Acosta – 6 de diciembre, 2017
María Laura Paz Posse
Septiembre, noche y grillos
Fernando Cifre
Ars poética
I
Arremete una vez más el poeta empecinado.
Su lira se mostró estéril, ¿dará el laúd resultado?
Se agiganta la simiente de su loca fantasía
mas su letra se rebela y ello impide que germine
la poesía.
Cuántas plumas se han quebrado
contra muros de papel.
Cuántas glosas, cuantas rimas
malogradas.
Luciérnaga verde en un torrente de miel
a mitad de camino entre el ser y la nada.
II
Un árbol oscuro llama
con voz robada al silencio
al loco ebrio de miel
que diez mil veces ha muerto.
Pero el loco no responde
manda cual propio al insecto
a ver qué desea el árbol
para perturbar su sueño.
Y el árbol: “ve y dile al loco,
al poeta, al ebrio, al muerto
que por fin he germinado
no ha sido vano su empeño”.
Pero el bicho no obedece
se fastidia su entrecejo.
“Por qué habría de ser yo
entre ustedes mensajero
si tú eres la poesía
de aquel que ha sido tu aedo;
no te dirijas a él
grita tú su voz al pueblo
vives más, por ser un árbol,
que el humano que te ha hecho;
dale al viento sus palabras,
agita tus ramas al tiempo,
haz que la muerte no alcance
la canción de quien ya ha muerto,
que eres lo que hay de inmortal
en su alma y en su cuerpo”.
El árbol agradeció
del coleóptero el consejo
y soltó al aire su polen
fértil de verbo y de verso
para gloria del poeta
y de ti, lector, recreo.
Fernando Cifre – 14 de diciembre, 2017
César Juárez
cerca de ahí
cerca de ahí
en la entrada
donde
los trenes
donde
los andenes
donde
ellos y ellas
nada
donde andrea
donde otros
y andrea
todos
escriben
cartas muertas
que ni siquiera
encuentran
cadetes
ni papel
ni memoria
cerca de ahí
pero no ahí
porque
en verdad
no hay lugar
aunque
el deseo
que me arrasa
proponga
una cartografía
hecha de minucias
donde
sus piernas
donde
mi lengua
donde
el vértigo
que me pierde
que lo pierde
donde
las medias
donde
la locomotora
donde
mis brazos
donde
un cuerpo
se reconoce
como
cuerpo
en las manos
en el roce
que sensible
lo hace
No hay
no hay
ni habrá garantías
solo esta deriva
donde el nosotros
no es el nosotros
y que se parece demasiado
al instante
o a una imagen
cuyo eco
es otra imagen
o su inadvertida música
que mi voz ausculta
apenas
César E. Juárez, 6 de febrero, 2018
Lorenzo Verdasco
Balthazar
acostumbraba
a desviarme
por el pasaje
balthazar
apenas
ponía
el cigarro
en la boca
alguien me
ofrecía fuego
al mirarlo
y mirarme él
yo ya
adivinaba
dónde iba
a terminar
de dar
la última pitada
en la oficina
esperaban
el
alegato
quizá la
libertad
de un
hombre
dependía
de mí.
conozco
una pensión
sin
problemas
todavía
recuerdo
mi voz
diciendo eso
y después
cuando el otro
se iba
dormía un
sueño
de varias horas
evoco
la almohada
blanda y
blanca
el último
ronronear
de un gato
náufrago
evoco el
extraño
pasaje
único testigo
válido
de mi portarme mal…
Lorenzo Verdasco – 25 de noviembre, 2017
Esposas
ellos me doblan
contra la mesa
desabrochan mis
vaqueros
mi boca pasta
en el mantel
ignotas migas
de pan
metafísico
estais
a patadas
me abren
las piernas
llevan
mis manos
hacia
atrás
cuando ya
parece
que van a
abusar
de mí
por la postura
expuesta
de mi culo
siento
en las muñecas
el frío
del acero
ya tiene
los ganchos
grita un
agente
paselón
ordena otro
como de
refilón
veo el mondongo
hirviendo
en la ollita
verde
entonces
recuerdo
que
para la noche
me habías
prometido
el plato
preferido
y ahora
pensé
que me
transportan
orondamente
a la
incomunicación
yo
me
pregunto
¿quién se va
a comer
toda
esta
buseca?
pensamiento
imbécil
qué importa
eso
cuando uno
pierde
la libertad
sin
embargo
vos sufrís
del hígado
al pibe no
le gusta
¿y quién lo
va a hacer?
esposa
invitá al
vecino
siempre
te mira
cuando
volvés del super
con las
bolsas
hacé de
cuenta
que
soy
yo
el que come
pedile
algunos
pesos
para
organizar
el cumple
de luisito
y que haga
de papá
hasta que yo
vuelva
total
es
viudo
el
hombre
y debe tener
plata
porque
dicen
que es
escritor…
Lorenzo Verdasco, 8 febrero, 2018
Alejandro Paz
Temporalidades
I
Manantial dicente
donde Grafo bebe
un diosamiento de lo existente:
persiste en / la
co-ekistencia
II
lascas de la flecha del tiempo
de lo moderno / reclaman
complementariedad
chamánicos cantos:
lo que ha
estado
unido unido
volverá
cuerpo
junto al fuego
venido de estrellas
la flecha lanzada
tornó / espiral
en el original
exiguo balbucir
inventa delira ríe
su espacialidad / abre
topología angelical
venido de estrellas
aún llama
III
mana
vórtice en la piel de un dios
que ya no recuerda su nombre
un dios
sin Dios
que se des-identifica.
desde una ventana sola
Abyo Yalo oye la luna / tambor
despertando a la cordillera
<eje vertebrante>
la ciudad erigida como fuerte
resistiendo cercando lo calchaquí
y los vientos poblados
invisibles
bajan del norte
y es tarde Miguel
Juan ya está
aquí:
un kakán frondoso
nace en / las
abismáticas selvas del aire
IV
substancia y efecto de tempo
verso y anverso
del existente y existir
anhela narratividad
mythos heterógeneos / inter-conectan
una mímesis de / una forma de ser
trentino signo eficaz
aún antes del yo Abismático:
la voz juega
de báculo del hombre
se transforma en su Kan
caduceando seculariza La Magia
las representaciones son
y así crea
V
en un cúmulo
el jacobino de ojos tibios se hamaca
lee el devenir
sabe que saltará a un tiempo
lee «yo es otro»
y rie por los dos
Fer y Ata charlan
Bernabé Zambo sabe
que al tiempo hay
que trabajarlo para
fundar / mundos nuevos
VI
aún Kalasasaya recibe al sol
siembra cosechas
y yaravíes
ciclo cósmico y personal
calendarizado
Galileo Galilei
aritmetizó temporalidades
inaugurando la nueva ley
la sacó del la interioridad del niño
que pudo poner
el mar en el / huequito
hecho
con su / paradójica
palita de representación
sí sí
más tres es cinco
más uno seis
un nuevo círculo
entonces / la modernidad
es su centro
ahora perfumes posmos
escamotean
en su invisibilidad
dispositividades o fauces
transilvánicas / tragandosé
flujos de plusvalor
VII
faunos sí
o faunitos
(lo de sujeto aprieta en / algún momento)
y el acorde sonará
aludiendo
desenfadado
abismal
saltar al otro surco
del tiempo
abrir el juego
abrir-el-juego
{abrir el juego}
al intrépido
al valiente
saltar
salvífico curioso enamorado
VIII
imago
supervivente
anacrónico
sensible a la mirada
membranas
nuevas / recién descubiertas
habilitan / todas
las direcciones
IX
un tiempo de
tierra sin mal /Yvy Marae’ỹ
espera
astrolabial
navegación
en / cada palabra
el corazón
habilitando
su acaecer
mientras tanto
andar.
Eso / qué más.
Ale Paz – 28 de noviembre, 2018
—Aún sin título —
—¡Paragua, paragua!
—¡El cable para la dvd!
—¡Paragua, paragua!
—¡El cable para la dvd!
la ciudad despierta
entre cantos.
Con las horas, irá
solidificándose
la calle que baja,
maipú,
rememora,
escucho la
descripción,
interpretativa,
desde los terrenos
inaccesibles
de su ajenidad.
Sé,
“no ve la trampa”,
los mecanismos articulando,
—sigilosamente—
distintos niveles,
en donde en uno: acecha
sé,
“no oye la trampa”
cree lo que dice,
y ahí atrás,
una red, a punto de extenderse, de caer.
(El plano aspira a subyugarlo todo)
{La voz vieja
se diferencia del ruido}
¿Acaso todo lenguaje
que nomina
no cae una y otra vez, y otra vez
en la misma ilusión
que es su sí mismo?
un Damocles centellea
surge entre planos
no habrá ya jardín común.
objetividad
hasta la subjetividad
Je est an autre
(luego, los temerosos
cansarán la andada huella
para huirse del producir sentido)
¡cuerpo en llamas,
voz en fuga,
posibilidad del ser!
y la poesía se filtra
entre los dedos del libro
vaivén de imágenes
hilan pensamientos
poesía-ensayo
en ritmos de pájaros
ahora,
el zumbido de la trampa que cayó
inadvertida,
un punto de vista,
y la claridad de la certeza
solidificando una identidad.
hackeando el sistema
presos de un punto de vista
un pixel que se enseñorea
y un damocles sacado.
—Paragua, paragua!
—El cable para la dvd!
Cantan, escanciados, por ranas.
Luz sensitiva filtrándose por la floresta
—el cielo se desliza—
La vida, frente a la nada
patentiza sus costillas
y la voz vieja que surje
se distingue del ruido
escapar del humanero
siempre requirió
pies ligeros, amigo
Una fisura,
y un río invisible
de imágenes
el peso de las certezas
disueltas,
un hálito de vida,
donde
la identidad
es el fluyente río todo
Luz sensitiva filtrándose por la floresta
—el silencio—
la voz
sube
Frente a la noche, la vida
escapar del humanero
con pies ágiles.
Una fisura,
envuelto en el
ópalo hálito.
El mágico umbral se abre
asombroso.
Seguir a un gesto
hasta el final.
Sea un brillo
sea un tono
sea una luz.
o en el sueño,
ocurre lo disonante,
después, antes,
¡subirse al rayo!
—”La clave: las tía abuelas”—
(sus manos de exterioridad,
arcillan una línea, un árbol,
punto de clivaje)
{Los ángeles en su propia dimensión}.
Aquí
amasar el pan,
darlo,
comerlo,
serlo.
Mirena Muñoz
Sonido inaudible
hay sonidos
no audibles
para el oido humano
hay lo que no podemos
poner en palabra
lo que demora
y a su ritmo
parecemos
movermos,
cual lluvia
invisible
que guía
con sus hilos
orquestales
los actos cotidianos
que somos nosotros
del otro lado
del sonido
que hay
Mirena Muñoz, 9 febrero,2018
Lo incorporal
del cuerpo de trabajo
del cuerpo de bomberos
del cuerpo de policía
del cuerpo de la noticia
del cuerpo de investigadores generales y especiales
del cuerpo de peritos
del cuerpo de traductores e intérpretes
de cuerpo de exploración
del cuerpo de aceleración o de mariposa
del cuerpo puntual
del cuerpo de leyes
del cuerpo del delito
del cuerpo de cristo
del cuerpo de escritura
del cuerpo de la revolución
del cuerpo del deseo
del cuerpo a cuerpo
e
incluso
del cuerpo incorporal
lo incorporal
es
el cuerpo
Mirena Muñoz – 28 de noviembre, 2017
Charco
ese día
el agujero
de la calle
había juntado
agua de lluvia y torbellinos
nosotros
en la orilla
miramos
bajo el reflejo
el brillo
de otro cielo
Mirena Muñoz – 28 de noviembre, 2017
Fantasmita amigable
¡Aplausos!
ha caído el telón
los fantasmitas han salido a escena
cargando sus pesadas túnicas blancas
llenas de agujeros
son amigables y torpes
asustan y saludan
al público
en general la familia
que ha venido
amablemente
a la fiesta
fantasmal
Mirena Muñoz – 28 de noviembre, 2017